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Desde hace casi un año, con el inicio del estado de alarma, la sociedad se ha adaptado a nuevos hábitos de vida y prevención como el uso de la mascarilla, que en algunos casos ha puesto en evidencia las dificultades de audición y la pérdida auditiva incipiente. Con motivo del Día Mundial de la Audición, la compañía Aural Widex, a través de la plataforma Ipsos Digital, ha realizado el estudio Bienestar y salud auditiva de los españoles que pone de manifiesto que el 29% tiene más dificultades para oír y entender lo que le dicen debido al uso de las mascarillas.

Según explica Julio Sánchez, especialista en Audiología de los Centros Auditivos Aural Widex, “el uso de mascarillas ha hecho más evidente la pérdida auditiva en las personas que empiezan a notar los primeros síntomas de hipoacusia. En la fase inicial de la pérdida auditiva es frecuente que las personas puedan camuflar esta carencia leyendo los labios o acercándose al interlocutor. Sin estos refuerzos, el deterioro de la audición se hace más evidente”.

La audición conecta con las emociones y los seres queridos

Oír bien ayuda a componer la banda sonora de las personas que, si tuvieran que escoger un sonido al que no podrían renunciar sería, por orden de preferencia, la voz de sus seres queridos (78%), una buena carcajada (14%), una buena película (4%) o el gol de su equipo (3%). En esta línea, durante la pandemia, el 66% de los españoles ha echado de menos el sonido de los besos, las risas y los abrazos de sus seres queridos seguido de la naturaleza (agua, mar, pájaros) por un 46% o el de las reuniones sociales con amigos y compañeros de trabajo (43%).

Según Nacho Coller, psicólogo experto en salud, “oír bien conecta con la vida, con las emociones que aportan las relaciones sociales y el entorno y eso mejora en el índice de satisfacción vital”.

La pérdida auditiva aísla y deteriora la salud física y emocional

Un 96% de los españoles considera que la pérdida auditiva es un problema de salud que puede afectar el ánimo y limitar mucho las relacionas sociales en el día a día.

Es importante poner solución a la pérdida auditiva para que esa carencia no implique un deterioro en la salud física y emocional de las personas, según explica Nacho Coller: “Una persona con pérdida auditiva disfruta menos de las relaciones sociales. Vive con tensión porque está en continua hipervigilancia y se siente más susceptible e irritable. Siente un estrés negativo, que, sostenido durante mucho tiempo, disminuye la capacidad de relacionarse con los demás y puede desencadenar en un cuadro ansioso depresivo”.

La desconexión social suele advertir de los síntomas de la hipoacusia: “La persona que acude por primera vez a un centro auditivo lo hace porque nota que no oír bien está afectando a sus actividades sociales y laborales. Los profesionales de Aural Widex nos ocupamos de que el paciente, a través de la mejor solución auditiva adaptada, pueda recuperar su audición y mejorar su calidad de vida”, explica Sánchez.

Audífonos de alta tecnología para personas con necesidades de comunicación exigentes

La pérdida auditiva afecta a personas de todas las edades, de hecho, un 86% de los encuestados considera que se trata de un problema asociado no solo a la vejez. Un 62% conoce a alguien de su entorno (pareja, familiar o amigo) con pérdida auditiva.

Aunque la hipoacusia puede ocurrir a cualquier edad, buena parte de los usuarios de audífonos tiene más de 65 años. Según explica Julio Sánchez, “el perfil de la persona con pérdida auditiva está cambiando en paralelo a la evolución en nuestra sociedad. Ahora las personas de la tercera edad son más activas, con unas necesidades sociales y de comunicación más exigentes, y requieren un audífono con una tecnología más sofisticada que les permita seguir conectados. Y la tecnología de hoy que ofrecemos en los Centros Aural Widex responde a estas exigencias: los audífonos Widex más avanzados incorporan inteligencia artificial, permiten oír directamente en el mismo audífono los audios del móvil, un WhatsApp, un video, entre otros”.

Asimismo, mejorando la audición, el estado de ánimo también mejora y la capacidad de sociabilizar. Ya que las personas vuelven a realizar actividades o a participar en eventos sociales  a los que habían dejado de acudir por sentirse cada vez más delimitadas, aclara Sánchez.

Muestra del estudio

El estudio ha sido realizado con una muestra representativa de 1.000 individuos de entre 35 y 65 años de todas las edades.

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