Futuro con identidad propia

Vivimos en un entorno cambiante, inestable e incierto; en una sociedad donde la inmediatez y renovación constante es lo que prima, por lo que hace muy difícil mantenerse con la misma identidad de negocio.

El Covid y la guerra de Ucrania han cambiado el entorno, provocando que estemos en una situación de alerta constante y con reservas para poder invertir de forma más activa en negocios. No obstante, para avanzar debemos aceptar esta nueva realidad y aprender a convivir en un entorno en constante incertidumbre.

España es el país con el ratio inferior de clientes por óptica y el PVP medio más bajo de todo Europa. Es decir, que es el país con más ópticas por habitante, por lo que la competitividad es más alta. Asimismo, es el país donde el volumen de facturación anual por óptica independiente (no franquicia, cadena ni asociada a grupo de compra) es el menor y sigue creciendo en distribución por lo que el grado de especialización debe ser mayor.

Por otro lado, la globalización, entrada de nuevos operadores internacionales, competencia y la agresividad en el canal online tiene como reto importante el reposicionamiento del óptico independiente.

Esto quiere decir que, en un país donde el grado de competitividad es más alto, debe existir un grado de especialización más elevado para caber todos; por lo tanto, la identidad propia del negocio es muy importante, y lo es más aún un negocio que esté adaptado a la realidad del mercado y el entorno.

No hay que olvidar que el óptico-optometrista es el valor activo y el referente para el cliente, por lo que aunque el precio sea importante, lo es más aún la fidelidad del consumidor con el óptico referente.

Hay espacio para todos siempre que se sepa dónde se quiere jugar. No obstante, con el mercado en movimiento y siendo principalmente los grandes operadores quienes están concentrando y abriendo distribución, el papel del óptico independiente es retador.

“No hay que olvidar que el óptico-optometrista es el valor activo y el referente para el cliente”

Hay que ir replanteando temporalmente ciertas cuestiones para una readaptación al medio progresiva:

  • ¿Dónde estoy ubicado y con quién comparto?
  • ¿Qué área de influencia tengo y cuál quiero tener? ¿Con qué canales interactuar?
  • ¿Cómo quiero ser reconocido? ¿Ser un actor de imagen, de precio, servicio,…?
  • ¿Qué ha cambiado en un año? ¿Tengo nuevos operadores? ¿Más competencia? ¿Qué cliente tengo ahora? ¿Qué cliente no tengo y quiero tener? ¿Con quién me puedo apoyar?
  • La atención sanitaria y profesional del óptico, la calidad de servicio personalizado del equipo humano, diversidad en producto, el precio y un comercio con estética propia e identidad corporativa son las herramientas de diferenciación del retail.

Operar con los canales de la realidad de mercado actual también lo es. Es decir, el canal online ya está presente en la fórmula de venta, por lo que para existir en el comercio hay que formar parte de él en las diferentes opciones donde se elija estar. Informativa, como tarjeta de visita en el canal virtual, como operador activo de venta o de servicio post-venta; eso sí, siempre manteniendo la misma imagen para poder ser reconocido en ambos sitios.

Hay que mantenerse firmes en mantener una identidad propia, ser activo y positivo a la realidad cambiante actual y saber convivir en la incertidumbre, ya que es nuestra realidad.


Este artículo de opinión se publicó originalmente en la revista Optimoda correspondiente al segundo semestre 2023.

Optimoda 216 Segundo semestre 2023

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