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La 11ª edición de DaTE ha confirmado el rol del certamen como acelerador de tendencias, como estilos sin género, productos sostenibles de acetato de origen biológico o fibra de carbono reciclada, materiales exclusivos como el cuerno de búfalo indio, o combinaciones de lujosas maderas y oro con acetato, junto a objetos reciclados, formas vintage extraídas de los grandes clásicos de los años 30, 40 y 50 y productos íntegramente hechos a mano y a medida, así como impresos en 3D.

Y, por supuesto, muchísimo color: verde, violeta, fucsia, naranja, amarillo, rojo y neón. Pero también grises, marrones, carey, negros y blancos.

Este año, DaTE acogió a algunos participantes debutantes procedentes de países como Corea del Sur y Túnez. El certamen recibió a aproximadamente 1.000 profesionales y compradores, predominantemente italianos pero también de Chile, India, Estados Unidos, Taiwán e Israel.

También constituyó una novedad la puesta en escena del área expositiva, adornada con imágenes de la campaña de comunicación, desarrollada exclusivamente para DaTE por LYF, centrada en rostros y ojos, y por elementos escénicos, en contraste con la austera elegancia del lugar.

“La fórmula de dos días en lugar de tres ha sido bien recibida. Permitió a los expositores centrar sus esfuerzos y optimizar el tiempo disponible, así como su inversión”, concluye Giovanni Vitaloni, presidente de DaTE.

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