La pérdida de audición incrementa el riesgo de deterioro cognitivo

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La pérdida de audición, un defecto que padece el 5% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede incrementar el riesgo de deterioro cognitivo en caso de no ser tratada y, por tanto, derivar en determinadas patologías relacionadas como la demencia. Por ello, y con motivo del Día Internacional de las Personas Sordas, que se celebra hoy 28 de septiembre, el equipo de expertos en salud auditiva de Alain Afflelou quiere concienciar sobre la importancia de detectar a tiempo las señales de problemas auditivos para así poder ponerse en manos de un profesional audiólogo y poner una solución.

La pérdida de audición no tratada puede tener una serie de consecuencias sobre la comunicación, el habla, la educación, la cognición, o fomentar el aislamiento social, la soledad, etc. “El esfuerzo que una persona con pérdida auditiva realiza por escuchar y entender los sonidos que le rodean puede dar lugar al aislamiento y comprometer a la corteza auditiva. Al estar más aislado y recibir estímulos limitados del exterior, el cerebro se ralentiza y las funciones cognitivas como la memoria se ven deterioradas además de sufrir un deterioro prematuro y atrofia a nivel cortical”, explica Ariannys Rojas, responsable técnico del Departamento de Audiología de Alain Afflelou.

Alain Afflelou quiere concienciar sobre la importancia de detectar a tiempo las señales de problemas auditivos

Además de esto, según el último Informe Mundial sobre la Audición elaborado por la OMS, las personas con pérdida de audición suelen tener mayores tasas de depresión y manifiestan una menor calidad de vida en comparación con los oyentes. “Suelen ser personas retraídas a nivel social, con dificultades para establecer interacciones, sienten a menudo vergüenza, rechazo y ansiedad. Como suelen tener dificultades en las conversaciones en grupo, llegan a sentir frustración y enfado. Todo ello, unido a la sensación de soledad, puede tener repercusión a nivel general y acelerar otras patologías, sobre todo en personas mayores”, explica Rojas.

Cómo detectar la pérdida auditiva

En general, la pérdida auditiva se da de forma gradual, por lo que, al principio, es difícil de reconocer y suele pasar demasiado tiempo desde que la persona se da cuenta de que no oye bien hasta que decide acudir al audiólogo. Algunas señales que pueden ayudar a detectarlo son:

  • Se vuelve más difícil seguir una conversación con alguien.
  • En ambientes ruidosos o en conversaciones cruzadas, no se entiende lo que dice la persona con la que se tiene una conversación.
  • Se tiene dificultad para oír la televisión y se tiene tendencia a subir el volumen.
  • Se dejan de oír sonidos bajos: el teléfono, el timbre, voces bajas…
  • Se pide a la gente que repita las cosas frecuentemente.
  • Se tiende a leer los labios de las personas que hablan.
  • Aumenta el nivel de concentración a la hora de oír a alguien hablar.
  • Se oyen algunas letras mejor que otras. Como por ejemplos las consonantes “f”, “s”, y “t”, que dejan de oírse al estar al lado de vocales como la “a”, la “o” y la “u”.

En caso de presentar este tipo de síntomas, será necesario realizarse una revisión de la audición con un profesional especializado que pueda dar con la solución a seguir. En este sentido, “los audífonos pueden resultar de gran ayuda para tratar una pérdida de audición, devuelven emociones, mejoran la autoestima, la condición física e incluso, según estudios recientes, pueden ayudar a frenar el avance del deterioro cognitivo”, concluye Rojas.

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