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Muchas de las causas de la pérdida auditiva son evitables y una de ellas es la de higiene de oídos, ya que las buenas o malas prácticas en cuanto a su limpieza pueden repercutir en la salud auditiva. Por todo ello, se hace necesario insistir en la importancia de seguir una serie de medidas que se pueden cumplir a diario y que pueden permitir, incluso, la detección temprana de determinadas afecciones y poder prevenir así la pérdida auditiva. El equipo de audiólogos de Oticon ofrece una serie de consejos para mantener una buena higiene de los oídos protegiendo la salud auditiva.

A la hora de hablar de la higiene de los oídos hay que tener en cuenta que un oído con cerumen no es un oído sucio, el cerumen es necesario para el correcto funcionamiento de los oídos. “Nuestro cuerpo produce de forma natural el cerumen para ayudarnos a proteger la piel que conforma el conducto auditivo y eliminar así los gérmenes que entran a diario en él. Al mismo tiempo, se expulsa también de forma natural para conseguir que esa materia extraña e invasiva salga de nuestros oídos. Todo forma parte del proceso de autolimpieza de los oídos, algo a lo que también ayuda el masticar y bostezar, por ejemplo”, comenta José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon.

A la hora de hablar de la higiene de los oídos hay que tener en cuenta que un oído con cerumen no es un oído sucio, el cerumen es necesario para el correcto funcionamiento de los oídos

Por todo ello, es importante insistir en que la cera de los oídos no es dañina para los mismos y que es importante que salga de forma natural. “Lo que implica el no utilizar ningún tipo de objeto, ni siquiera bastoncillos, para su extracción, ya que se corre el riesgo de empujarla hacia adentro y que suponga un peligro para nuestros oídos”, advierte. Sin embargo, según el reciente estudio realizado por Oticon‘Inteligencia auditiva: la importancia de la audición’, confirma que solo menos de la mitad de la población (48,3%) cree que los bastoncillos pueden dañar su audición.

Hay que tener en cuenta que el cerumen se produce en el tercio medio del oído y que el uso de bastoncillos para extraerlo puede hacer que este quede atrapado en el fondo del oído. Además, pueden dañar la piel del conducto auditivo, especialmente en las zonas más profundas y sensibles, dejándolas más vulnerables a infecciones bacterianas. Y, por último, “puede bloquear el conducto auditivo y desembocar en pérdida auditiva. Además, en los casos más extremos, puede provocar una perforación del tímpano”, explica Blanco.

Cuidados de higiene en el oído

Existen determinados casos en los que la acumulación de cerumen puede ser excesiva y que exista el riesgo de tener un taponamiento que cause dolor y molestias en los oídos. “Hay personas que tienen tendencia a producir más cerumen de lo normal o en el caso de los usuarios de audífonos o auriculares puede haber una mayor acumulación, ya que estos dispositivos pueden bloquear sus oídos, dificultando la progresión normal del cerumen”; sostiene Blanco.

Por ello, es importante realizar una serie de buenas prácticas en estos casos y seguir los siguientes consejos de higiene de oídos que eviten un daño en la audición:

Extraer la cera superficial del oído con una toalla o durante la ducha: podemos retirar aquel cerumen que esté listo para salir, en la parte más superficial del oído, con una toalla o durante la ducha. Hay que evitar el uso de bastoncillos e hisopos de algodón que pueden crear taponamiento del conducto auditivo.

No introducir ningún objeto ni líquido en el oído: además de los bastoncillos, también es habitual encontrar gente que usa líquidos abrasivos o anticerumen sin prescripción profesional y cuerpos extraños (incluso lápices) para limpiar sus oídos, que pueden llegar a generar problemas en el conducto auditivo, incluso traumatismos o perforaciones de tímpano.

No recurrir a remedios caseros: cuando existen infecciones de oído son muy recurrentes los remedios caseros para aliviar determinados síntomas de dolor, utilizando, por ejemplo, velas óticas, jugos de plantas o velas calientes. Pero todos estos remedios pueden resultar muy peligrosos para los oídos.

Recurrir a un profesional: en caso de notar que los oídos producen demasiado cerumen, o que están bloqueados, se debería consultar con un médico, audioprotesista o enfermera, para valorar la necesidad de una limpieza especializada.

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