Publicidad

Llegan las Navidades y con ellas el aumento de reuniones sociales, fiestas, ambiente en las calles, todo acompañado de gran cantidad de ruidos que hacen incrementar el riesgo de tener problemas de pérdida auditiva. Por ello, el equipo de audiólogos de Oticon, especialista tecnológico en el uso de audífonos, recuerda que hay formas de proteger los oídos en estas fechas.

“Es una época en la que nos sometemos a un nivel alto de ruidos que, en ocasiones, como sucede en el caso de los petardos o fuegos artificiales, puede provocarnos un daño en nuestro oído que derive en una pérdida auditiva temporal o permanente o los temidos acúfenos o tinitus, esos pitidos que pueden aparecer de forma temporal y, en algunos casos, permanente, si estamos expuestos a un alto nivel de ruido durante un tiempo prolongado”, advierte José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon.

La música alta, petardos y fuegos artificiales, el sonido de instrumentos como trompetas o bocinas y el bullicio de las conversaciones en las reuniones familiares son algunos elementos que pueden poner en riesgo la salud de nuestros oídos

La música alta, petardos y fuegos artificiales, el sonido de instrumentos como trompetas o bocinas y el bullicio de las conversaciones en las reuniones familiares, a los que se le suma en muchas casas el ruido generado por determinados juguetes, son algunos elementos que pueden poner en riesgo la salud de nuestros oídos. Los expertos de Oticon recomiendan seguir una serie de consejos que ayuden a protegerlos del exceso de ruido durante las Navidades:

Cuidado con petardos y fuegos: los ruidos impulsivos y de muy alto nivel generados por los petardos o fuegos artificiales pueden producir en un plazo muy corto de tiempo hipoacusia provocada por ruido en las personas con audición normal, y agravar el problema en las personas que ya sufren pérdida auditiva. Es conveniente emplear protectores auditivos cuando vayan a usarse este tipo de elementos explosivos ya que pueden alcanzar los 140 dB.

Bajar el volumen: durante las reuniones familiares en las que se genera mucho bullicio por las conversaciones de unos y otros. Uno de los consejos básicos que señalan los expertos es evitar gritar y elevar la voz, así como reducir el volumen de televisores o reproductores de música.

Alejarse de las fuentes de sonido: si se va a presenciar un espectáculo en el que hay música alta, trompetas, bocinas o silbatos, es conveniente permanecer alejados en la medida de lo posible de los altavoces o de los propios instrumentos. En caso de que no sea factible, es preferible utilizar protectores.

Reducir el tiempo de exposición: el tiempo de exposición al ruido es clave para producir daño en el oído. Si el ruido sobrepasa los 85-95 dB y el tiempo de exposición es superior a quince minutos, puede ser perjudicial. Este es un dato a tener en cuenta sobre todo en el uso de reproductores de música individuales o de juguetes. La pérdida auditiva es acumulativa, progresiva y gradual y es necesario cuidar la audición desde las edades más tempranas.

Acudir a un especialista en caso de problemas persistentes: en caso de que el daño auditivo sea persistente y no desaparezca una vez evitada la exposición al ruido, será necesario ser revisado por un profesional de la audición para valorar una posible pérdida auditiva.

Publicidad