Una creatividad óptica

No se puede ser creativo y salir de una feria óptica sin sensación de abruma. La cantidad de marcas, y diseños que la industria es capaz de generar cada seis meses es simplemente alucinante. Este asombro que me genera estar rodeada de tanto producto suele incitar a hacerme una pregunta que me formulo a menudo como directora creativa. ¿Cómo somos capaces los diseñadores de sacar la energía e inspiración necesaria para crear nuevos modelos de gafas de vista y de sol cada seis meses? ¿Es este proceso creativo, natural e innato o cualquier persona con entreno podría llegar a realizarlo?

Pese a haber estudiado una carrera de números, siempre he sentido atracción por la belleza, los objetos y la moda. Canalizando, desde una edad temprana, los estímulos que recibo diariamente y transformándolos en algo nuevo creado por mí misma. Estos estímulos han ido evolucionando a lo largo de los años, o más bien, se han ido complementado los unos a los otros. Dibujar, leer novelas o a procrastinar en internet, entre muchas otras actividades; activan un mismo efecto: la cascada de nuevas ideas. Hablo de cascada porque personalmente concibo la creatividad como un acto terrenal o más bien físico ya que siento como fluyen las ideas de la misma forma que siento como el cuerpo se activa en el gimnasio. Este “fluir” finalmente desemboca en un resultado creativo.

No puedo hablar por todos los diseñadores, pero remitiéndome a mi pregunta inicial y analizando cómo conecto mi trabajo con estas ideas, puedo decir que el reto de diseñar modelos y superarme a mí misma es el resultado de un entreno diario, ya que fuerzo a mi pensamiento todos los días a correr una carrera de obstáculos en el que el objetivo final es superar la barrera de la obviedad.

A cualquier persona que le preguntes te dirá que unas gafas son un instrumento óptico formado por un par de lentes sujetadas a un armazón, que se apoya en la nariz mediante un arco y dos varillas y que ofrecen una solución a un problema clínico. Es mi meta no ver así el producto, es mi objetivo transformar el objeto de uso hacía un objeto de valor, en el que las variaciones y formas son infinitas, sumado a los colores, materiales e incluso usos: vista, sol, decorativo…

William Plomer citó: “La creatividad es el poder de conectar lo aparentemente desconectado”. Y esta es la base de mi entreno, desmigar los elementos que componen una gafa: varillas, lentes, metal, acetato, tornillos… para convertirlos en los cimientos de un objeto bello, con utilidad sanitaria. Este objeto inerte debe, una vez está en el mercado, cobrar vida, impactar en el estado de ánimo de la persona que lo lleva o crear una tendencia y tener un impacto social.

Este punto es quizás el más importante de este proceso creativo dentro del mundo de la óptica: conectar el producto sanitario con la belleza y la psique. Para mi es el mundo de la óptica, quizás, la única disciplina que ofrece un producto de moda para corregir un problema de salud. Otras áreas médicas tienen prótesis, implantes u objetos que deben su forma a su función, pero no trabajan la estética. La unión de moda y usabilidad que tenemos en una gafa es lo que la hace un elemento tan interesante, versátil y creativo en sí.

Una gafa formará parte de la idiosincrasia de una persona y por ello aflora en su realización la imaginación. Una óptica no es solo un lugar de corrección visual, es un espacio en el que el cliente decide qué personaje quiere interpretar o esconder detrás de las lentes, o qué visión de sí mismo quiere ofrecer. Las gafas, gracias a la creatividad y a la moda, se han convertido en un accesorio empoderador, el cine, la literatura y la música lo abalan. Solo hay que pensar en Elvis y en sus gafas ahumadas Neo Style Nautic; Elton John, que gracias a su colección se ha convertido en un personaje claramente identificable; las Shurom de Malcom X, las estructuradas Thierry Mugler de los ’90, o las gafas de sol de Janis Joplin.

Ayudar a crear un estilo propio es mi máxima motivación al diseñar y es el motor de mi creatividad: crear gafas diferenciadoras que hagan sentir al que las lleva seguro, diferente y especial.

Publicidad