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DKV, Gaes y Ecodes han presentado la última edición del Observatorio de Salud y Medio Ambiente bajo el título Ruido y Salud, que aborda los efectos de la contaminación acústica sobre la salud de las personas.

El Observatorio de Salud y Medio Ambiente es un proyecto que nació en 2008 con la vocación de acercar contenidos científicos al gran público y aportar materiales para el debate apoyados en el trabajo de expertos en salud y medio ambiente.

No es la primera vez que el documento trata el tema del ruido y cómo afecta a la salud humana y del planeta. En 2011, 2014, 2015 y 2017 se repitió la temática, aunque focalizada en las dos ciudades más grandes y pobladas del país: Barcelona y Madrid. En esta edición se amplían los campos de estudio, ya que además de analizar el impacto que tiene el ruido sobre la salud de las personas, se analiza cómo impacta en el planeta y muestra cuál es la realidad acústica de las principales ciudades del país.

El ruido, mucho más que un sonido dañino

El ruido es el segundo factor más importante de carga ambiental de enfermedades en Europa, solo después de la contaminación del aire. El tráfico rodado es la principal fuente de contaminación acústica en Europa, y se prevé que durante la próxima década los niveles de ruido aumentarán, tanto en las zonas rurales como urbanas, debido al crecimiento urbano y al incremento de la demanda de movilidad. Solo ahora, el 20% de la población de la Unión Europea está expuesta a niveles de ruido del tráfico perjudiciales para la salud.

La exposición al ruido es un serio problema de salud pública que va más allá de la molestia y de la queja. Son más conocidos los efectos directos, como la pérdida de capacidad auditiva o esos molestos acúfenos o tinnitus que afectan a 3 millones de personas en España, pero no hay que olvidar los numerosos efectos extrauditivos como las alteraciones del sueño, enfermedades cardíacas, enfermedades mentales (estrés, depresión, ansiedad o demencia), complicaciones al nacer o disminución del desarrollo cognitivo y rendimiento de los niños y niñas, entre otras.

Aun así, es importante recordar que la exposición al ruido no afecta a todos por igual. Características como la edad, el género, el estilo de vida o las condiciones de salud preexistentes determinan la susceptibilidad de las personas a los efectos adversos para su salud debido a la contaminación acústica. Por ejemplo, aquellas con ventajas socioeconómicas pueden afrontar mejor esta problemática al contar con recursos para pagar una vivienda en áreas tranquilas, con mejores aislamientos o zonas verdes.

Según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), la exposición prolongada al ruido ambiental causa 12.000 muertes prematuras y contribuye a 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica al año (provocada por el estrechamiento de las arterias del corazón) en Europa. 22 millones de personas sufren molestias crónicas y 6,5 millones sufren trastornos graves y crónicos del sueño. 12.500 escolares sufren problemas de aprendizaje en la escuela como consecuencia del ruido de los aviones.

En España, AEMA establece que los niveles excesivos de ruido afectan a la salud de 12 millones de personas durante el día y de 9,5 millones durante la noche, siendo el tráfico rodado el responsable del 80% de la contaminación acústica en las ciudades. Además, calcula que, cada año, el ruido ambiental produce en España anualmente al menos 1.100 muertes prematuras y 4.100 hospitalizaciones.

Concienciación y prevención: claves para la escucha responsable

De entre todos los grupos poblacionales, aquellos compuestos por personas de menor edad son los que están más faltos de concienciación sobre los efectos del ruido y la
importancia de cuidar del oído. Según el I Estudio Gaes sobre la Salud Auditiva de los Jóvenes en España, el 60% de las personas entre 15 y 35 años asegura que no le preocupa su salud auditiva y que los problemas relacionados con esta son cosas de personas mayores. El mismo informe pone de manifiesto que sólo 1 de cada 3 jóvenes españoles acude a un profesional médico cuando tiene molestias en el oído.

Para revertir esta situación, Gaes ha lanzado el proyecto Oyeah! Listen Responsibly, una iniciativa que pretende transmitir a los alumnos y alumnas la importancia de practicar la escucha responsable. Se trata de prevenir, concienciarse, eludir la exposición al ruido evitable y establecer límites en cuanto al volumen de los estímulos que percibe el oído.

La enseñanza se convierte de esta manera en la mejor herramienta para que los jóvenes aprendan que la contaminación acústica y los problemas auditivos que provocan no entienden de edades y que, si ellos asumen las buenas prácticas lo antes posible, su salud se verá beneficiada a corto, medio y largo plazo.

En las actividades de Oyeah! participan audioprotesistas, quienes transmiten sus conocimientos a los estudiantes en sesiones interactivas y amenas.

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