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La Organización Mundial de la Salud prevé que en 2050 la mitad de la población será miope y esto es debido, sobre todo, al mayor tiempo que se pasa en espacios interiores y realizando actividades que implican una visión de cerca. Esto hace que los niños estén en riesgo debido al tiempo excesivo de exposición a pantallas y a la distancia que mantienen con ellas, así como a las pocas actividades al aire libre. De hecho, la incidencia de la miopía se ha incrementado en España un 17,8% en los últimos años y afecta ya a uno de cada cinco niños en edad escolar, según el último Barómetro de la Miopía, elaborado por la Fundación Alain Afflelou y la Universidad Complutense.

Ante estas previsiones de futuro, Alain Afflelou refuerza su compromiso para 2024 con la salud visual infantil y recuerda a las familias la importancia de la prevención y revisar la vista de los pequeños de la casa para poder detectar posibles problemas.

La compañía ha anunciado en un evento formativo con Hoya sobre el control de la miopía celebrado en Lisboa la creación de un plan de formación para todos sus ópticos para que puedan acceder a todas las novedades en cuanto a la prevención, atención y tratamiento de los problemas visuales más comunes en la población infantil. Asimismo, continuará durante 2024 apoyando proyectos de investigación, como el Barómetro de la Miopía y diferentes estudios, que ayuden a aportar nuevos conocimientos sobre los problemas visuales en los niños.

Un reciente estudio realizado por el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y el Ocio (AIJU) afirma que el 45% de los niños y niñas en España juegan al aire libre menos tiempo del recomendado por los expertos. “Una de las medidas más recomendadas para poner freno a este avance de la miopía infantil es precisamente el aumento de actividades en el exterior, ya que hace posible que los niños ejerciten su visión lejana, además de aprovechar los efectos de la luz natural para la visión y poner en práctica el enfoque”, comenta Ana Díaz Llorente, directora de formación de Alain Afflelou.

La compañía ha anunciado en un evento formativo con Hoya sobre el control de la miopía celebrado en Lisboa la creación de un plan de formación para todos sus ópticos para que puedan acceder a todas las novedades en cuanto a la prevención, atención y tratamiento de los problemas visuales más comunes en la población infantil

Hay que tener en cuenta que, tanto en el colegio como en casa, los niños están sometidos a diario a una gran carga de trabajos que precisan de una gran agudeza visual y tareas de visión cercana. “Si a esto le añadimos el uso excesivo de las pantallas en muchos de ellos, cuando aún su sistema visual está en desarrollo, el riesgo de problemas refractivos se incrementa”, añade Díaz. En este sentido, es fundamental que pasen, al menos, dos horas diarias practicando actividades al aire libre para descansar su vista cercana y limitar el tiempo de tareas como leer, usar pantallas o pintar.

La miopía es uno de los problemas de refracción más comunes en niños y suele aparecer entre los 8 y los 12 años. “Cuando aparece a estas edades, es muy probable que aumente de forma progresiva hasta la adolescencia e, incluso, hasta la edad adulta, ya que va necesitando más dioptrías para ver mejor. Por eso, es tan importante realizar revisiones periódicas de la visión en etapas más tempranas, de manera que podamos detectar de forma precoz posibles defectos y así frenar su evolución. También podría llegarse a reducir en algunos casos”, explica la directora de formación de Alain Afflelou.

Un retraso en la detección de problemas visuales en la población infantil puede también repercutir en su rendimiento académico, ya que pueden ser causa de fracaso escolar al dificultar su capacidad de concentración, comprensión lectora, etc. De hecho, el 80% del aprendizaje se obtiene a través de la visión.

Cómo detectar problemas visuales en niños

Algunos signos que pueden ayudar a identificar un posible problema visual en niños son: acercarse o alejarse demasiado cuando leen, inclinar la cabeza, confundir las letras, etc.

  • Se acerca demasiado al papel para escribir o leer.
  • Achica y fuerza los ojos para ver objetos que estén lejos.
  • Adopta posturas extrañas o viciadas, mirando de lado los objetos o al leer.
  • Pega demasiado la cabeza a la tele o a la pantalla para ver las cosas, jugar, etc.
  • Tiene movimientos torpes y, en apariencia, descoordinados.
  • A la hora de elegir colores, lo hace de un modo extraño y sin criterio alguno.
  • Tropieza y se cae cuando camina rápido y corre.
  • Se le ponen los ojos rojos, lagrimea o parpadea.
  • Le cuesta concentrarse y prestar atención, sobre todo cuando se le explican cosas y tiene que atender a lecturas, pizarras, etc.

Ante este tipo de signos es importante acudir a un profesional de la visión. “Al tratarse de niños, es posible que ellos mismos no sean conscientes, por lo que es importante estar pendientes y acudir a un profesional experto, como el óptico-optometrista, para que pueda comprobar si existe algún problema que pueda impedir un desarrollo normal de su visión y, como consecuencia, afectarle en un futuro si no es tratado”, afirma Díaz.

Durante las revisiones, además de la miopía, también pueden detectarse problemas visuales frecuentes en niños como el estrabismo, el ojo vago o ambliopía, la hipermetropía o el astigmatismo.

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