¿Qué lente necesito?

Recibir consultas sobre problemas oculares es ya casi una parte de mi día a día, y aunque mi recomendación primordial siempre es consultar a un oftalmólogo, no suelo perder la oportunidad de compartir algunos consejos básicos.

Como bien dice el refrán, el conocimiento es poder, y en el campo de la visión, este poder se traduce en una mejor calidad de vida. Desde Optimoda me ofrecen la oportunidad de redactar algunas recomendaciones que espero sean útiles y sirvan de guía rápida para responder algunas de las preguntas de los lectores.

De todos los posibles problemas visuales, me centraré en esta ocasión en las cataratas. Una vez diagnosticadas, el dilema sobre si operarse o no es una consulta frecuente.

Para contextualizar, es importante entender que el cristalino, la lente natural dentro de nuestro ojo, es transparente y flexible en nuestra juventud. Con el paso del tiempo, va perdiendo tanto elasticidad, lo que se manifiesta en la presbicia o vista cansada, como transparencia, derivando en cataratas.

Esta condición, que está muy ligada a la edad, puede ser fácilmente diagnosticada mediante un examen ocular rutinario y se caracteriza por síntomas como el aumento en la sensibilidad a los deslumbramientos.

La cirugía de cataratas, por su parte, es un procedimiento sencillo, con una recuperación muy rápida. Consiste en reemplazar el cristalino opaco por una lente intraocular artificial, insertada en el ojo a través de una pequeña incisión.

Mi consejo es inequívoco: sí, opérense cuanto antes mejor. Postergar la cirugía solo prolonga un período de visión deficiente, disminuyendo la calidad de vida y aumentando el riesgo de accidentes. Dado que las cataratas no van a mejorar por sí solas y el procedimiento quirúrgico conlleva un riesgo bajo con resultados generalmente excelentes, la decisión debería ser clara. No espere y opérese en cuanto pueda.

Como suele ser normal, tras una pregunta, llega la siguiente, que suele ser: ¿qué lente necesito? Deben saber que existen varios tipos de lentes intraoculares con características distintas.

Si van a colocarle dentro de su ojo un trocito de plástico, querrá que se quedé allí sin darle problemas al menos durante los siguientes 40 años. Además de tener una probada bio-compatibilidad, es importante que mantenga su transparencia, para que no le vuelvan a salir unas segundas cataratas en poco tiempo. Si quiere parecer un poco pedante, menciónele a su médico que no quiere para sus ojos lentes hechas con materiales que con el tiempo presentan los llamados glisenings. Esto es una forma de decir que les aparecen pequeñas burbujitas en su interior que difunden la luz y hacen volver a ver peor, como cuando empezaron las cataratas.Cataratas y cirugía de lentes intraoculares

Lo siguiente es decidirse por un tipo de lente con una óptica determinada. El cristalino que usted disfrutaba siendo présbita pero antes de que tuviera cataratas era lo que llamamos una lente monofocal. Solo formaba buenas imágenes para objetos situados a una única distancia. De manera que, si veía bien de lejos, necesitaba gafas de cerca para leer. Si se encontraba cómodo con esa situación, su lente intraocular puede ser la más simple y económica, las llamadas monofocales. Dependiendo de donde se opere, puede que no le pregunten y sea esta la que le implanten. Ya saben, la ley del mercado, la más barata, aunque en este caso, no tiene, ni mucho menos, que ser la peor.

Si usted ha llevado gafas para corregir el astigmatismo, debería pedir un tipo de lente intraocular que lo corrija y que se llaman tóricas. Si por alguna razón usted no quiere volver a llevar nunca más gafas tras operarse, tiene que optar por otras lentes que tienen un sobrecoste. Les dan el pomposo nombre de lentes premium y forman varios focos para distintas distancias, evitando las gafas de cerca.

Como casi todo en la vida, no hay nada perfecto, y estas lentes multifocales generan halos y fenómenos visuales que resultan molestos a algunas personas. Tiene que valorar los pros y los contras y, a ser posible, entender bien cuáles puede ser los problemas y cómo le podrán afectar en su vida. Una categoría de lentes intermedia y que se están popularizando son las denominadas de “rango de foco extendido”. Utilizando diversas técnicas ópticas proporcionan una buena visión a distintas distancias.

Otra pregunta común es cuál debe ser el color de la lente. Tradicionalmente las lentes han sido incoloras, pero en los últimos tiempos han proliferado las lentes tintadas de amarillo. La idea que subyace es que filtren los azules de la luz, lo que puede servir de protección a la retina. No hay un consenso sobre este punto, y estas lentes pueden inicialmente afectar a la percepción de los colores. Yo recomendaría lentes muy ligeramente amarillentas. 

Y siempre suelo tener una pregunta final: “¿qué lente se pondría usted?”, sin duda, esta es la más fácil de responder. Las “nuestras”, que se llaman ArtIOLs, y hemos diseñado para que se comporten a efectos ópticos como el cristalino joven. Permiten buena visión sin gafas a todas las distancias y mejoran la visión en todos los ángulos, lo que contribuyen a una mayor seguridad y confianza. Son unas lentes intraoculares únicas, son mejores, son de aquí, y como ven, no tienen abuela.

“Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada”
Antoine de Saint-Exupery


Este artículo de opinión se publicó originalmente en la revista Optimoda correspondiente al primer semestre 2024.

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