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El proyecto, basado en la estrecha cooperación de Fundación Cione Ruta de la Luz con Fundación Barraquer y Equatorial Bottling Coca-Cola Company, revisó la vista de 785 personas en este país africano, entregándoles 420 gafas para corregir defectos refractivos.

‘Let your eyes enjoy’ (deja que tus ojos disfruten), el proyecto de cooperación que abre el camino de la salud visual en países de Africa Occidental, acaba de cumplir su tercera expedición en 2018, en esta ocasión, en Ghana.

El proyecto busca lugares donde el acceso en este campo de la salud es escaso o inexistente y, basándose en el modelo de asociación ‘Golden Triangle’ (triangulo dorado), cuyos tres vértices son Fundación Cione Ruta de la Luz, que se ocupa de la salud visual de la población beneficiaria, Equatorial Bottling Coca-Cola Company, que aporta la logística y conocimiento del terreno, y la Fundación Barraquer.

A finales de julio, un equipo multidisciplinar de oftalmólogos y ópticos optometristas, se instalaban en dependencias del Hospital de Traumatología de Winneba, en la región central del Sur de Ghana.

La ciudad tiene una universidad y un importante puerto pesquero, pero el acceso a la salud visual es nulo. Pese a contar con tres hospitales, ninguno dispone de asistencia oftalmológica, y mucho menos óptica óptométrica.

Claudia Caballero y Pedro Duc (a la derecha) junto a un cooperante en Ghana

Para la Fundación Cione Ruta de la Luz, este ha sido su segundo proyecto en Ghana. Hasta allí viajaron Claudia Caballero y Pedro Duc. En el plazo de sólo una semana los dos ópticos optometristas llevaron a cabo 785 revisiones visuales y prescribieron 420 gafas.

Los voluntarios, revisaron la vista de mujeres adultas con pocos recursos económicos, y de una población más joven, pero también présbita, con situaciones económicas y profesionales variopintas.

Sin acceso a la salud visual, los pacientes pernoctaban en las inmediaciones del hospital para no perder su turno de revisión. Uno de los casos le llegó a Pedro Duc al corazón. Una señora de unos cincuenta años, con seis dioptrías de astigmatismo, “cuando le pusimos la gafa de prueba, su cara se iluminó. Le salió del alma una sonrisa de oreja a oreja”, cuenta Duc.

Al tratar principalmente a  personas mayores, la presbicia afloraba como el principal  defecto refractivo encontrado. Por este motivo, se han podido entregar in situ muchas gafas premontadas con graduaciones estándar. En cuanto a enfermedades o patologías encontradas, las más frecuentes fueron, por este orden, pterigium, cataratas, y retinopatías de diferente etiología.

 “La ayuda recibida del personal local fue extraordinaria. De tres a cinco personas colaboraban con nosotros cada día. De otra manera, hubiera sido imposible revisar a tantas personas”, destaca Duc. Entendiéndose con ellos gracias a un sistema de códigos, este personal hizo la anamnesis y dio las explicaciones finales a los beneficiarios en sus respectivos idiomas locales.

Claudia Caballero realizando un examen visual a una paciente en Ghana

“Nosotros somos ópticos, profesionales de la salud visual, y nuestro sitio es la Ruta de la Luz, ayudando, en la medida de nuestras posibilidades al mundo a ver mejor. Cada vez que viajo con la ruta, siento que ayudo, y aporto un beneficio tan directo, que el retorno afectivo que siento es, como digo siempre, mucho más de lo que yo doy”, concluye Duc sobre su experiencia humana. “Personalmente, como voluntaria primeriza, entregar mi trabajo y comprobar la alegría que sienten al recibirlo personas que realmente lo necesitan, me ha hecho crecer como optometrista y como persona”, concluye Claudia.

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