El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia (COOG) ha desarrollado las IV Jornadas de Optometría, destinadas a ser un punto de encuentro e intercambio de conocimientos entre los aproximadamente 200 profesionales que han participado en el evento.
Las jornadas, enmarcadas en la Semana de la Optometría, han sido impartidas por catorce ponentes, ópticos optometristas de prestigio en su campo de actuación, algunos provenientes del ámbito universitario o la investigación, y otros del sector privado.
Esther Amaro, presidenta del COOG, presentó emocionada unas jornadas que regresan tras años de ausencia a causa de la pandemia, un tiempo que según explicó ha evidenciado “el valor incalculable de poder reunirnos, compartir y aprender juntos”.
La presidenta destacó que estas cuartas jornadas son las primeras que se celebran desde la creación del Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia, un logro fruto del “trabajo constante, la unión y la perseverancia” de muchas compañeras y compañeros que “ha supuesto un paso decisivo hacia el reconocimiento, la representación y la consolidación de la profesión en el ámbito autonómico, brindando una voz más fuerte, una estructura más sólida y una nueva responsabilidad ante la sociedad y ante el cuerpo colegial”.
Además de ser un espacio de intercambio científico y técnico, Esther Amaro señaló que las jornadas son un lugar de convivencia y reencuentro entre ópticos optometristas que, más allá de las ponencias, “nos brindan la oportunidad de mirarnos, escucharnos, compartir experiencias y reforzar lazos humanos” que nos unen como profesionales con una misma vocación. “Tendremos la oportunidad de conocer avances, debatir sobre los nuevos retos de la profesión y proyectar juntos el futuro de la atención visual fortaleciendo nuestro compromiso colectivo”, manifestó.
Dado el carácter evolutivo de la profesión, Esther Amaro puntualizó que uno de los principales objetivos del Colexio es fomentar la formación basada siempre en evidencias científicas para ofrecer a la población la mejor atención visual. “La evidencia científica es imprescindible, sobre todo en esta época en la que cualquier divulgador en redes sociales opina de temas sanitarios sin tener la más mínima formación para ello”, afirmó.
La presidenta aprovechó la inauguración del congreso para reivindicar el espacio en atención primaria para el óptico optometrista, el primer agente sanitario encargado de la salud visual de la población. “Hay que hacer ver a la administración la urgente necesidad de contar con los ópticos optometristas en el Sistema Público de Salud, creando para ello el Servicio de Optometría en la cartera de servicios del SERGAS, así como la figura de óptico optometrista en los centros de salud. Lo que para nosotros sería un reconocimiento profesional y un gran avance para la profesión, sería también una mejor calidad asistencial para la población”, aseguró.
El óptico optometrista Lluis Bielsa, delegado provincial de Barcelona del Colegio Oficial de Ópticos Optometristes de Cataluña y vicepresidente de Visión y Vida, impartió una sesión sobre los prismas oftálmicos y sus estrategias de uso en las disfunciones binoculares no estrábicas. Según explicó, para muchos profesionales de la visión el efecto clínico real de los prismas sobre el movimiento ocular parece ir en contra de lo que parece razonable: ¿por qué los prismas de ayuda se prescriben a favor de la desviación y no en su contra?
A partir de este modelo aparentemente contradictorio, Bielsa desterró tópicos sobre los supuestos devoradores de prismas, desarrollando un modelo de trabajo basado “en saber escuchar e interpretar la información obtenida en la entrevista clínica, usando un protocolo práctico de manejo de las ayudas prismáticas” y, en definitiva, en aplicar la ciencia, la experiencia y, sobre todo, el sentido común. “Los prismas existen y olvidarnos de su presencia es renunciar a un cómodo y eficaz recurso para recuperar la estabilidad y eficacia binocular. Es el punto de partida para descubrir nuevos espacios de actuación profesional y disponer de nuevas estrategias y recursos para mejorar la salud visual de las personas” , argumentó.
Test y tecnologías avanzadas para evaluar la capacidad lectora de los más pequeños
María Cruz Sánchez, óptico optometrista especializada en optometría pediátrica y terapia visual, analizó la oculomotricidad en pacientes pediátricos con dificultad lectora, una prevalencia en el aula que aumenta año tras año, generando preocupación en la comunidad educativa.
La experta manifestó que la lectura es un proceso complejo que involucra diversos procesos visuales y cognitivos, siendo los movimientos oculares un componente fundamental. “Cuando estos movimientos no son precisos, los niños realizan más fijaciones, regresiones o sacadas ineficaces, lo que ralentiza la velocidad lectora y compromete la comprensión del texto. Estudios recientes señalan que gran parte de los escolares con dislexia o problemas de aprendizaje presentan alteraciones oculomotoras. Hoy disponemos de pruebas clínicas, como el test DEM (mide la velocidad y la calidad de lectura) y tecnologías avanzadas como el eye-tracking (tecnología que detecta, sigue y analiza los movimientos de los ojos para determinar dónde y durante cuánto tiempo mira una persona), que facilitan una evaluación más precisa”, apuntó.
En el bloque de Baja Visión, la óptico optometrista Adoración Callejo explicó a los asistentes los detalles del protocolo optométrico en discapacidad visual. Explicó que, en la evaluación de un paciente con discapacidad visual, es importante la comunicación y la empatía, teniendo en cuenta el estado emocional y físico si la causa de la pérdida visual es por una enfermedad oftalmológica, sistémica o neurológica y el estadio de su patología. “El paciente debe sentirse acompañado y comprendido por los profesionales sanitarios, para que pueda gestionar mejor su pérdida visual. Valorar la capacidad cognitiva del paciente, su movilidad y la funcionalidad visual son puntos importantes para determinar unos objetivos realistas”, subrayó.
Además, la experta expuso que es fundamental que el optometrista conozca los recursos públicos, es decir, las ayudas y subvenciones disponibles, las asociaciones de pacientes, donde pueden encontrar un apoyo emocional y mantener colaboración con otros profesionales sanitarios, para dar información al paciente y ayudarlo así a mejorar su calidad de vida y autonomía.
Por su parte, Adrián Pérez Baladrón, óptico optometrista con más de 15 años de experiencia en Baja Visión y rehabilitación visual, ofreció una ponencia sobre la importancia de la rehabilitación visual en pacientes con Baja Visión. Habló de lo fundamental que es realizar un programa de rehabilitación visual personalizado e individualizado en función de la patología, necesidades y características del paciente. Concretó que no basta con el simple hecho de evaluar y prescribir ayudas visuales, sino que se deben potenciar la visión residual a través de entrenamientos específicos, habilidades de la vida diaria, técnicas de orientación y movilidad, etc.
Además, a lo largo de la charla comentó las novedades en cuanto a la evaluación, aparataje y entrenamiento que se utilizan con estos pacientes actualmente. “La tecnología y la inteligencia artificial son presente y serán futuro y debemos apoyarnos y formarnos en ello. Se está aplicando dispositivos tecnológicos para la evaluación y entrenamiento del resto visual, así como inteligencia artificial a través de softwares para lo mismo”, apuntó.
La óptico-optometrista Begoña Gacimartín, que actualmente participa en el desarrollo de protocolos optométricos en rehabilitación visual de pacientes con discapacidad visual mediante Inteligencia artificial y realidad aumentada, presentó un caso clínico en el que comparó la rehabilitación visual tradicional y la rehabilitación visual perceptual.
Mostró cómo el abordaje clásico, centrado en ayudas ópticas y estrategias compensatorias, puede potenciarse con técnicas perceptuales basadas en la neuroplasticidad, el entrenamiento del locus retiniano preferente (PRL) – un área de la retina distinta a la mácula dañada que el paciente utiliza para fijar la vista y obtener una visión más nítida– y el feedback visual-cognitivo. “La integración de ambos modelos y la sustitución progresiva por la rehabilitación visual perceptual optimiza la función visual, la autonomía y la calidad de vida de las personas con discapacidad visual” , aseguró.
En cuanto al efecto de las pantallas en la visión, intervino en las jornadas el doctor de la Universidad de Murcia, Javier Valiente. Explicó que el Síndrome Visual Informático (SVI), también conocido como fatiga visual digital, constituye un conjunto de síntomas visuales derivados del uso excesivo de pantallas digitales como ordenadores, tablets o teléfonos móviles, con una prevalencia cada vez más creciente en la población general.
Entre la sintomatología más común, Valiente señaló que destacan la fatiga visual, el lagrimeo, la visión borrosa, la sequedad ocular y la dificultad para mantener un rendimiento visual sostenido en el tiempo. “Para establecer un diagnóstico de SVI, resulta imprescindible realizar previamente un examen visual completo que permita descartar alteraciones refractivas, acomodativas o binoculares no compensadas, ya que sus síntomas pueden solaparse o confundirse. Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento debe orientarse a la corrección de defectos refractivos no compensados con una adecuada adaptación de las ayudas ópticas, así como a la mejora de los hábitos de uso de los dispositivos electrónicos, mejorando las condiciones ergonómicas y tiempos de exposición y descanso que favorezcan el confort visual y reduzcan la sintomatología”, indicó.
Estudios sobre las variables que influyen en la incomodidad durante el uso de lentes de contacto en una población joven
Finalmente, en el bloque de lentes de contacto intervino el profesor de la Facultad de Óptica y Optometría de la Universidad de Murcia, Johnny di Pierdomenico, que expuso la incomodidad en usuarios de lentes de contacto, un factor clave que con frecuencia conduce al abandono de la adaptación. Indicó cómo se puede detectar de manera temprana, tanto a través de la entrevista clínica y de la exploración clínica, y qué elementos suelen estar implicados, tales como las alteraciones de la superficie ocular, características del material, diseño de la lente o hábitos de uso.
También presentó los resultados obtenidos en estudios científicos, que ayudan a comprender mejor la magnitud del problema y las estrategias más efectivas para afrontarlo. Son investigaciones de la Universidad de Murcia en las que se han analizado los motivos y las variables que influyen en la incomodidad durante el uso de lentes de contacto en una población joven, además de evaluar cómo la readaptación o el cambio de lentes puede influir positivamente en la comodidad y ayudar a prolongar el éxito del porte.
Asimismo, abordó las principales vías de actuación disponibles para el optometrista, desde la educación del paciente hasta la optimización de la adaptación y la indicación de tratamientos de soporte, con el objetivo de recuperar la comodidad y prolongar el éxito del porte.
Las jornadas, enmarcadas en la Semana de la Optometría, han sido impartidas por catorce ponentes, ópticos optometristas de prestigio en su campo de actuación
También Madalena Lira, profesora de Física Aplicada con especialización en Óptica y doctora en Ciencias por la Universidad de Minho, habló de lentes de contacto. Desarrolló cómo es el impacto ambiental de las lentes de contacto y su potencial reciclaje. Presentó varios estudios en los que se analiza el posible impacto ambiental de las lentes de contacto, dada su resistencia a la degradación.
Entre ellos, se destaca una investigación exhaustiva realizada a lo largo de dos años, cuyos resultados demuestran que estas lentes no se degradan fácilmente, lo que genera preocupación por su acumulación en el medio ambiente y el riesgo de contaminación. Los datos analizados evidencian la necesidad urgente de mejorar las prácticas de eliminación y de sensibilizar a los usuarios sobre este problema creciente.
A modo de conclusión, mostró investigaciones en curso sobre la reutilización de sus materiales para la creación de nuevos productos sostenibles, demostrando el potencial del reciclaje y la importancia de soluciones alineadas con la economía circular.




















