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La asociación de utilidad pública Visión y Vida presenta los resultados de su último estudio ¿Sabe cuidar la Generación Z de su salud visual?, 2021, que analiza cómo es el estado de la salud visual de la Generación Z en España, los jóvenes nacidos entre 1994 y 2010, que, junto a los Millennials, en 2025 controlarán el 47% de los recursos económicos mundiales.

Entre las conclusiones principales destaca el hecho de que más de la mitad (52,26 %) de estos jóvenes de entre 27 y 11 años tienen problemas visuales. En el 83,6% de los casos en sus familias hay más miembros con problemas visuales. ¿El problema más frecuente? la miopía, la considerada ya Pandemia del S. XXI por la Organización Mundial de la Salud.

La pandemia de la miopía afecta a la Generación Z

“Tres de cada cuatro (74,85%) de aquellos con problemas visuales tienen miopía o miopía y astigmatismo. De estos, uno de cada diez (9,9%) ya supera las cinco dioptrías y un 22,5% se acerca peligrosamente a ellas, teniendo en cuenta que su miopía aún podrá seguir creciendo hasta la treintena. Hay que tener en cuenta la gravedad de esta situación: un ojo de más de cinco dioptrías se considera ojo patológico y se engloba en la miopía magna. Este ojo multiplica exponencialmente las posibilidades de sufrir serios problemas como desprendimiento de retina. Es más, entre el 60 y 70% de los pacientes que sufren un desprendimiento son miopes”, explica Elisenda Ibáñez, óptico-optometrista y coordinadora de Visión y Vida.

Para la entidad el problema no es solo la prevalencia de problemas visuales, como la miopía, que existe en España, sino la falta de conocimiento y de cuidado de la salud visual en general y, en concreto, en estas nuevas generaciones. “De nuevo comprobamos cómo los sistemas de cribado y detección precoz de problemas visuales en España están fallando: casi siete de cada diez Zetas (67,1%) detectó por sí mismo su problema visual; a dos de cada diez (19,9%) se lo detectó su madre y solo al 6,2% el médico. Si no fomentamos las revisiones periódicas con el óptico-optometrista, se nos seguirán escapando muchos casos entre los más jóvenes”, explica Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida. Según el estudio, la realidad actual es que un 44,21% afirma haberse revisado muy pocas veces en su vida, aunque casi la misma cifra (46,06%) dice hacerlo de manera anual, dato muy por encima de la información recogida en estudios anteriores realizados por la asociación.

El cuidado de la salud visual por parte de la Generación Z

Analizando los productos escogidos por los Zeta para corregir sus problemas visuales vemos cómo tres de cada diez (33,8%) alterna el uso de gafas y lentes de contacto, mientras que el 46,4% solo utiliza gafas. “De nuevo nos alarma ver cómo un 6,6% de los jóvenes ha optado por no corregir su problema visual por no ´ser para tanto´”, indica Alsina. Además, las gafas son el equipamiento óptico preferido por esta generación para trabajar, conducir, ver la televisión o estar en el ordenador; mientras que son el equipamiento que menos se usa para realizar deporte, salir a la calle o acudir a eventos. “Estos datos reflejan el interés de estos Zetas por la estética, aunque tal y como muestra el informe, las tendencias y fuentes de inspiración las están recibiendo a través de las redes, los influencers o personas no especialistas en la salud visual”, explica Ibáñez.

Tanto es así que los datos del informe indican que los Zetas, a la hora de adquirir un producto óptico, priorizan antes la estética (36,3%) que la calidad (33,1%). Como elemento esperanzador para el sector destaca el hecho de que para el 66,8% de los Zetas “si un producto es de óptica, es bueno”.

Para Visión y Vida sería imprescindible fomentar el conocimiento sobre salud visual desde edades tempranas. “Tenemos como referencia nuestras campañas Ver para Aprender, que ofrecen a las escuelas recursos para explicar el funcionamiento del sistema visual y trucos para cuidarlo correctamente”, explica Alsina. Así se lograría romper algunos bulos o desinformación que reciben actualmente los jóvenes y que se manifiesta en hechos como que el 64,3% sabe que pasar tiempo al aire libre reduce el riesgo de miopía (aunque el 82,1% sabe que la miopía impide ver bien a distancias lejanas), y no todos logran definir conceptos básicos como que ser óptico y optometrista es lo mismo (84,7%), ser oftalmólogo y oculista también (76,3%) o que un óptico no es un médico (69,3%).

El proceso de compra de la Generación Z

A pesar de que la condición digital de estos jóvenes hace intuir que sus procesos de compra se realizan a través de canales telemáticos, el informe indica que solo uno de cada diez (10,7%) compra sus equipamientos ópticos a través de la red. Además, el 79,8% acudió al establecimiento sanitario de óptica para realizar sus compras. La elección del lugar se debe a la recomendación para el 35,4%, a la cercanía respecto al domicilio en el 24,9% de los casos y a las ofertas en el 24,7%.

Así, las ópticas reciben una nota promedio de 6,97: para el 58,5% de los Zetas se merecen una nota de notable o sobresaliente, pero para el 18,6% estas merecen suspender.

Entre los motivos que se pueden extraer del informe destacan, quizá, el rechazo que produce la estética de los locales (batas, luz blanca o look farmacéutico), el gap lingüístico (uso de un lenguaje demasiado técnico) y de experiencia de compra (la inexistencia de un asesor de imagen o el problema de comprensión de las explicaciones ofrecidas por el profesional de la visión) y la falta de digitalización del sector (realidad virtual, canal de venta digital y recurrente o reducción de visitas físicas al establecimiento) está frenando el acceso de estos jóvenes a las ópticas. Además, esta Generación Z reclama al sector una mayor comunicación por redes sociales o el uso de un lenguaje cotidiano que les acerque más en busca de asesoría.

Con intención de romper con la desinformación y acercarse más a los jóvenes, Visión y Vida lanzó hace unos meses la Wikivisión, la primera enciclopedia virtual de la visión, que pretende dar información veraz y amena sobre el cuidado visual y responder a las principales dudas que una persona puede hacerse sobre el funcionamiento del sistema visual.

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