Ver y ser visto

Es precisamente mediante la visión que podremos captar la complejidad del momento actual, comprendiendo mejor nuestra función como ópticos optometristas y/o empresarios.  En nuestro ámbito es tan importante ver como ser visto. Con frecuencia se confunde la parte por el todo, confundiendo vista con visión.

¿Somos capaces de VER, en el sentido más amplio de la palabra, lo que ocurre a nuestro alrededor?
Disfrutar de una buena visión, además de  una buena vista, es tener un sistema visual eficaz y preciso. La población, en general, desconoce signos y síntomas relacionados con alteraciones de la visión. Nuestra función pedagógica nos hará también ser vistos como especialistas en salud visual, llenando este vacío.
En demasiadas ocasiones, en el sector óptico, lo comercial absorbe lo sanitario, llegando incluso a ignorarlo. Las soluciones visuales y profesionales que ofrezcamos son consecuencia de procesos complejos y especializados. No sólo vendemos gafas, lentes de contacto y productos, sino que procuramos una solución visual integral a cada cliente, incluyendo los servicios profesionales.
Ignorar la deontología profesional nos pervierte como ópticos optometristas perjudicando seriamente nuestra imagen. En muchos casos no se nos percibe como prescriptores de soluciones visuales. Ofertas permanentes, descuentos imposibles, gafas de regalo, revisiones gratis…¿Es esta la visión que nos interesa ofrecer a la sociedad, como profesionales de la visión, en nuestros establecimientos sanitarios de óptica?
Regalar servicios profesionales y productos de manera sistemática y permanente, ofreciendo al consumidor una imagen exclusivamente comercial donde el precio es prácticamente lo único que importa, va en contra de nuestra dignidad profesional.  Constituimos un colectivo altamente cualificado, con formación universitaria, masters, doctorados, muy bien preparados y poco valorados.
¿Cuántas alteraciones de la visión binocular no estrábicas no se detectan por políticas low-cost?¿Cuántos posibles patologías, muchas veces asintomáticas, no se detectan por falta de preparación, equipamiento o simplemente por falta de profesionalidad?¿Conocen los clientes-pacientes el nombre de su optometrista?
¿Aprovechamos la formación que nos ofrece la universidad, el colegio, las empresas, para reciclarnos y poder ofrecer lo mejor a nuestros clientes?.¿Nos reunimos con compañeros para intercambiar casos, ideas…? ¿Somos conscientes de la importancia de la formación continuada? ¿Utilizamos las webs de los colegios profesionales, universidades, asociaciones, fundaciones, plataformas  como NETCUV (https://netcuv.upc.edu), foros como  http://www.opticos-optometristas.com, http://www.longitudeonda.com,etc…?
Ver bien y ser bien vistos, ahí está la clave.
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