Evolución. Revolución. Cambio.

Stephen Hawkins, unos de los hombres más capaces e inteligentes de los últimos tiempos, dijo que “la inteligencia se mide por la capacidad de adaptación”.

Cada vez que escucho esta frase, y después de cumplir 25 años en la industria, creo que los profesionales de la visión que son propietarios y dirigen negocios de óptica son un claro ejemplo de adaptación.

A lo largo de los años, han sucedido varias amenazas o estímulos que han afectado al entorno o, dicho de forma más técnica, al mercado.

Recuerdo que, cuando comencé en este sector, parecía que la cirugía refractiva iba a ser la solución final, que acabaría con los miopes en pocos años, especialmente para aquellos usuarios de lentes de contacto que no querían usar gafas.

Después, llegaron cadenas internacionales con nuevas propuestas y ofertas. Desde entonces, y a pesar de que a principios de siglo esto no era lo usual, esta renovación de ofertas y propuestas ha sido una constante.

Más tarde, llegó una crisis financiera que sufrimos en mayor o menor medida de forma global y en todas las industrias. La óptica no iba a ser menos.

De forma más intensa, llegó la era digital y la omnicanalidad, exponiendo la capacidad de adaptación fuera de nuestro mundo real.

Y parecía que íbamos a estar aquí un tiempo, pero la pandemia llegó y, por haber hecho los deberes, los negocios más digitalizados sufrieron menos.

Hoy, estamos viviendo integraciones de negocios por parte de multinacionales en todas direcciones. Más ópticas, con diferentes propuestas.

Siempre que uno de estos cambios o estímulos impactaba en el mercado, generaba, como es lógico, gran incertidumbre.

Estos fueron quizás los impactos más directos en la industria óptica. Y todo ello se sucedía simultáneamente a los cambios generales en las tendencias sociales y comportamientos en el modo de compra de la población.

Esto es pasado y presente

Ahora, de forma más general, y fijándonos en este nuevo modo de comportamiento de la sociedad, parece que el presente y futuro (la historia y el tiempo es un continuo) nos invita a poner el foco en algunos asuntos determinantes:

Todos estamos más ocupados que nunca y todos queremos las cosas inmediatas y de forma fácil, accesibles, por cualquier canal y lo antes posible. Tocará adaptarnos a este comportamiento. Facilitar.

Hay una clara tendencia a lo único y lo personalizado. Las redes sociales han potenciado esto. Todos somos visibles y, sobre todo, la gente joven, al hacer su vida más pública, nos han prestado su forma de ver el mundo y nos han mostrado un nuevo camino para prestar productos y servicios.

evolución en el sector óptico

“Recuerdo que, cuando comencé en este sector, parecía que la cirugía refractiva iba a ser la solución final”

Conectividad; quizás sea un tercer gran pilar de cambios. El mundo es más pequeño, todos nuestros productos y servicios están expuestos para todos. Todo se puede compartir. Ya no hay fronteras de ningún tipo, en cualquier dirección.

La sostenibilidad irá en aumento. Cada día hay más conciencia sobre el impacto en la fabricación de productos. Recomendaría, aquí, más proactividad en la industria.

Y sí, finalmente, lo tenía que decir, parece que todo va a cambiar con la inteligencia artificial. Como todo, dependiendo del uso puede ser un aliado, un cooperante o puede ser visto como una amenaza, esta percepción y uso dependerá de cada uno.

Es mucho lo que se ha vivido, y mucho parece, según las tendencias, lo que puede evolucionar nuestra industria.

Aunque estos cambios han afectado a partes del negocio, como sería el caso de las gafas de sol, por el contrario, la adaptación ha potenciado otras como el control de la miopía y la audiología. Con ello, he visto a lo largo de los años el aumento de la cantidad y calidad de instrumentos, así como la mayor profesionalidad de los centros.

Muchas empresas también hemos intentado adaptarnos y ofrecer valor a través de productos y servicios con el fin de garantizar el desarrollo y evolución sostenible de los negocios. Ayudar con conocimiento, con servicios más allá de la parte transaccional del producto.

Además, me gustaría poner en valor el trabajo de grupos que colaborativamente han ayudado a muchos negocios a prosperar, entendiendo los cambios y ofreciendo servicios variados y de calidad.

En mi opinión, como sucede en la naturaleza, también en nuestra industria estamos sujetos a cambios.

Los profesionales de la visión son un claro ejemplo de adaptabilidad, de evolución -que no revolución-, de cómo entender los cambios y aprovechar sus conocimientos y recursos para adaptarse.

No olvidemos que esta adaptabilidad es para mejorar y dar el servicio social de ayudar a mejorar la salud visual de las personas, y por extensión, a hacer una sociedad más desarrollada, competitiva y saludable.


Este artículo se publicó originalmente en la revista Optimoda correspondiente al primer semestre de 2025

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