¿Qué será, será?

¿Recuerdan? No se preocupen porque no les voy a cantar la oscarizada canción que Doris Day interpreta en la película del gran Alfred, “El hombre que sabía demasiado”.

Mi interés radica en el próximo 2016.

¿Qué será? ¿Qué rumbo tomará el mundo (después de lo de París)?
¿Existirán de verdad acuerdos –que se cumplan- sobre el cambio climático?
¿Tendremos al fin un gobierno en España que sea eficaz?
¿Cómo lo ven?
Y en nuestro sector, ¿cuáles serán las tendencias en las relaciones proveedor/ópticos?
¿Han tocado techo –a costa de independientes- los grupos, cadenas, franquicias, cooperativas o cualquier otro tipo de compra/venta organizada? ¿Son ya suficientes los 10.000 establecimientos de óptica que existen en España? ¿Están esos establecimientos estratégica y correctamente distribuidos?
¿O sobran en algunos lugares y faltan en otros?
¿Cómo será el mundo de la empresa? ¿Cómo deberán gestionarse los establecimientos ópticos?
Que la economía digital será la dueña y señora ya no lo duda nadie. Un sector que solo en España ha movido mas de 25.000 millones de euros, es para tomárselo muy en serio.
¿Pero qué es la economía digital? Dicho en roman paladino… el espacio inteligente, compuesto de información, instrumentos de acceso, procesamiento de la información y capacidad de comunicación.
Donde casi todo el mundo está de acuerdo es en afirmar que el diseño, la impresión en 3D, la multiplicidad de canales para llegar a un target, los agentes autónomos e inteligentes (robots), el lanzamiento de canales virtuales, la readaptación en forma electrónica de los procesos comerciales y la utilización del grafeno como nuevo e irresistible material para desplazar a titanio, acero inox, acetato, etc. como elemento sustentador de las lentes oftálmicas, serán los protagonistas principales o casi del nuevo 2016.
Que la ilusión, la constancia, la honestidad y la fuerza nos acompañen.
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