El equipo de audiólogos de Oticon advierte de la importancia de detectar y tratar este problema a tiempo para evitar consecuencias que van mucho más allá del puesto de trabajo.
Los primeros síntomas suelen ser tan sutiles que muchos los confunden con distracciones. Entre ellos están la dificultad para seguir conversaciones en reuniones o videollamadas, la necesidad de pedir con frecuencia que se repita la información o la fatiga mental provocada por el esfuerzo de escuchar. Por ello, identificar estas señales es clave para acudir a un profesional y realizar una evaluación auditiva.
Cómo afrontar la pérdida auditiva sin renunciar a la productividad
Ante estas señales, los especialistas insisten en que el primer paso es someterse a una evaluación auditiva, al igual que se revisa la vista o la salud general. Informar al entorno laboral y apoyarse en las nuevas tecnologías auditivas es fundamental para mantener una comunicación eficaz y afrontar el día a día con normalidad.
“Hacer frente a la pérdida auditiva no significa solo subir el volumen. Para escuchar de verdad es necesario que el cerebro disponga de un código neural rico y de calidad, capaz de representar la complejidad de la escena sonora”, subrayan.
Con este objetivo, Oticon ha desarrollado su filosofía BrainHearing, que coloca al cerebro en el centro de la experiencia auditiva. Gracias al uso de redes neuronales profundas, entrenadas con millones de entornos sonoros reales, sus audífonos son capaces de reproducir con gran fidelidad los matices del sonido.
Además, reducen los sonidos en su justa medida y en función de su importancia, facilitando al cerebro el acceso a todos los elementos del entorno: la voz de un compañero en una reunión, pero también las señales contextuales que ayudan a orientarse y comprender mejor la situación.

















